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CASO CLÍNICO. Proctocolitis alérgica a PLV no IgE mediada

Ana Fierro Urturi. Centro de Salud Pisuerga. Arroyo de la Encomienda - La Flecha (Valladolid)

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Introducción

La alergia a proteínas de leche de vaca (APLV) constituye la alergia alimentaria más frecuente en menores de 1 año. Es el resultado de una respuesta inapropiada del sistema inmunitario (puede ser mediada por IgE, no mediada por IgE o de naturaleza mixta) frente a las proteínas de leche de vaca (PLV).

  • • Las reacciones mediadas por IgE se caracterizan, desde el punto de vista clínico, por la aparición de forma inmediata de una sintomatología predominantemente cutánea o respiratoria asociada a la presencia de anticuerpos IgE específicos.
  • • Las formas no mediadas por IgE son generalmente debidas a reacciones de inmunidad celular, aunque, en la mayoría de los casos no pueda demostrarse la implicación de un mecanismo inmunológico. La sintomatología, de aparición tardía, es predominantemente digestiva, incluyendo tres síndromes: la proctocolitis, la enteropatía y la enterocolitis inducida por PLV (FPIES, food protein-induced enterocolitis syndrome).

Recientemente se han publicado criterios diagnósticos internacionales para esta última. No existen criterios diagnósticos específicos para las otras dos, debiendo realizarse la orientación diagnóstica según sus características clínicas. Además, la APLV-no IgE puede simular trastornos gastrointestinales frecuentes, como el reflujo gastroesofágico (RGE), el cólico del lactante y el estreñimiento. La existencia de antecedentes familiares de atopia, la afectación de varios aparatos (digestivo, cutáneo, respiratorio) y la ausencia de mejoría ante las medidas terapéuticas habituales permitirían sospechar una APLV-no IgE en dichos casos.

Una historia clínica detallada y la prueba de exclusión-provocación son las únicas herramientas disponibles para diagnosticar la APLV-no IgE. La primera sirve de base para sospechar su existencia, mientras que la segunda es obligatoria para establecer un diagnóstico de certeza.

Las actuales recomendaciones no aconsejan la realización de prick test y/o la determinación de IgE específica frente a PLV para la confirmación diagnóstica, salvo cuando existan dudas sobre la implicación de un mecanismo IgE. Tampoco recomiendan la realización sistemática de ninguna prueba complementaria de laboratorio o pruebas de imagen, excepto cuando se plantean dudas en el diagnóstico o teniendo en cuenta la situación clínica del paciente.