(Síntomas alérgicos, parámetros de calidad de vida, regurgitación, consistencia de las deposiciones, llanto, índice SCORAD en caso de eccemas o sequedad cutánea por dermatitis atópica)
✔ Tras 7 días de la retirada de la PLV de la dieta materna, y el cambio a fórmula hidrolizada, se realiza control telefónico. Los padres aprecian buena aceptación de la nueva fórmula por parte del niño. Observan reducción de los períodos de irritabilidad o llanto, persistiendo aún meteorismo aumentado. Ha disminuido la frecuencia de las deposiciones a 1-2 al día, manteniendo consistencia líquida.
✔ Dos semanas más tarde (9 semanas de vida), ha desaparecido por completo la irritabilidad, reclama y completa las tomas, y presenta deposiciones con regularidad (1/día), de consistencia 6 en escala de Bristol, sin esfuerzo defecatorio. No presenta regurgitaciones. Continúa con lactancia materna, aunque cada vez en menor proporción ya que la madre ha aumentado el tiempo que pasa fuera de casa por motivos laborales. Buena ganancia ponderal (peso 6 kg). Exploración física normal.
✔ Tres semanas después (3 meses de edad, tras 6 semanas de la exclusión de la PLV), continúa asintomático, con buena ingesta y tolerancia de la lactancia mixta exenta de PLV. Mantiene crecimiento en sus percentiles. Se plantea a los padres realizar prueba de provocación en el domicilio, preparando los biberones con uno de los cacitos de fórmula de inicio y el resto de fórmula hidrolizada, e ir aumentando el número de cacitos progresivamente si no aparece sintomatología.
✔ Dos semanas más tarde, siendo la mitad de los biberones de fórmula de inicio y la otra mitad de hidrolizada, presenta deposiciones líquidas en número de 3-4 al día y malestar progresivo. Se interpreta como positiva la prueba de provocación, y se indica mantener dieta exenta de PLV hasta nueva orden. En este punto, la madre decide abandonar la lactancia materna.
✔ Una semana después, queda asintomático. Mantiene buena evolución. Se inicia la alimentación complementaria a los 5 meses y medio, evitando productos lácteos, sin restringir la ternera. Muestra buena aceptación y tolerancia.
✔ A la edad de 6,5 meses presenta una infección de las vías respiratorias superiores, afebril, autolimitada, y resuelta por completo en 8 días sin tratamiento farmacológico.
✔ A los 8 meses se realiza nuevamente una prueba de tolerancia de PLV, introduciendo de manera progresiva fórmula de continuación en las tomas, sin que aparezca sintomatología, por lo que se da por resuelta la APLV.
✔ Actualmente, el niño tiene 16 meses de edad y tolera adecuadamente leche entera (que combina con leche de continuación), así como el resto de lácteos (queso y yogur). Tiene una alimentación diversificada sin intolerancias, y un correcto crecimiento y desarrollo psicomotor.