Sus síntomas guías son el llanto y el malestar abdominal y genera preocupación entre los padres. A los profesionales nos obliga a hacer un diagnóstico diferencial con otras entidades que pueden causar síntomas similares.
El diagnóstico es clínico y la definición no ha cambiado desde el año 1954 en el que se definió por la regla de los 3 de Wessel: episodio de llanto inconsolable de más de 3 horas por día, durante más de 3 días por semana, y durante al menos 3 semanas.
No hemos logrado llegar a establecer una etiología evidente que explique el cólico del lactante. Se encuentran algunas asociaciones como inmadurez del sistema nervioso o digestivo, tipo de alimentación, alteraciones de la microbiota intestinal, alergia a proteínas de leche de vaca o incluso hábitos o paridad de la madre.
El tratamiento del cólico del lactante puede abordarse desde diferentes ámbitos. Valorar en qué podemos mejorar la alimentación del lactante puede ser la primera estrategia dado que los síntomas digestivos pueden ser una parte importante del problema. Elegir una fórmula anticólico o confort puede aportarnos algunas ventajas en el manejo del cólico del lactante en bebés alimentados con fórmula. No estaría indicada una fórmula hidrolizada salvo que sospechemos que el cólico está causado por una APLV. Tampoco estaría indicado sustituir la lactancia materna por una fórmula anticólico como forma de tratar el cólico del lactante.
El uso de fármacos o de otros productos como extractos de plantas, están en general desaconsejados.
El uso de probióticos, especialmente la cepa Lactobacillus reuteri, se está generalizando en el tratamiento de los cólicos, pero necesitamos más evidencia científica al respecto.
En cuanto al entrenamiento de los padres y el ajuste de las expectativas referentes al llanto y cuidado del bebé, puede ofrecer buenos resultados en la vivencia del cólico.
Las fórmulas anticólicos presentan cuatro características principales:
Todas estas características tienen como objetivo disminuir los síntomas digestivos menores como la presencia de gases, la dificultad para realizar deposiciones o las digestiones más largas, que incrementan la sensación de disconfort del lactante y que se atribuyen al cólico.
La fórmula anticólico estaría indicada en lactantes alimentados con lactancia artificial como alternativa a su fórmula convencional, favoreciendo mejores digestiones y menos síntomas digestivos, de forma que las horas de llanto diario disminuyen su frecuencia. La preparación y cantidad de fórmula a ofrecer no difieren de las utilizadas cuando se utiliza una fórmula estándar, simplemente se sustituiría una fórmula por la otra.
BIBLIOGRAFÍA
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