Alternativas a las fórmulas infantiles basadas en leche de vaca para la prevención y el manejo de la APLV

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Las fórmulas infantiles basadas en leche de vaca han sido el “gold estándar” como alimento alternativo a la lactancia materna, cuando esta no ha sido posible o es insuficiente durante los primeros 12 meses de vida del bebé. 

Cuando se diagnostica una alergia a proteínas de leche de vaca (APLV) a un bebé la mejor opción es que siga siendo alimentado con lactancia materna. En este caso, la madre debe hacer una dieta sin leche ni derivados lácteos. Como alternativa en caso de ser insuficiente o estar alimentado con fórmula, utilizar una leche de formula con proteínas extensamente hidrolizadas.

Las fórmulas hidrolizadas se consiguen utilizando tecnologías como la hidrólisis enzimática, la fermentación, el tratamiento térmico, la alta presión o la radiación, con el objetivo de destruir los epítopos de unión a IgE y evitar así el desencadenamiento de la reacción de hipersensibilidad. 

Fórmulas derivadas de la leche de otros mamíferos

La leche de vaca es la más utilizada en la industria láctea por la disponibilidad y las características nutricionales. Sin embargo, se investiga la posibilidad de utilizar leche de otros mamíferos en la alimentación infantil. 

Si analizamos la leche de otros animales como la cabra, la oveja, el camello, la burra o el mono, podemos observar que presentan diferencias especialmente en la composición proteica, como son los tipos de proteína que contienen y la concentración de las mismas. Este hecho puede favorecer la tolerabilidad en algunos casos, pero en general, sabemos que es habitual que se produzcan reacciones cruzadas entre la leche de los diferentes mamíferos, en especial entre vaca, cabra y oveja. 

A efectos prácticos la única leche de mamífero diferente de la leche de vaca que se permite comercializar para la alimentación infantil en Europa es la leche de cabra, desde el año 2012. Inicialmente las fórmulas basadas en leche de cabra se recomendaban como alternativa a las fórmulas hipoalergénicas de leche de vaca en niños alérgicos o como prevención de la alergia. En base a la evidencia actual, la leche de cabra no se debería recomendar para el manejo de la Alergia a la proteína de vaca.

Fórmulas derivadas de proteínas vegetales

Existe un interés creciente en el uso de las proteínas de origen vegetal en la alimentación en la población general, incluyendo la infancia. El interés en el uso de las proteínas vegetales tiene motivaciones nutricionales (veganismo), éticas, culturales y climáticas. Es una tendencia en aumento.  Las bebidas de origen vegetal se clasifican en 5 categorías en función de si están derivadas de cereales, leguminosas, frutos secos, semillas o pseudocereales. 

Sabemos que las bebidas de origen vegetal no cubren las necesidades nutricionales de los lactantes menores de 12 meses. En esta primera época de la vida solamente la leche materna o las fórmulas apropiadas están indicadas.  Las fuentes proteícas permitidas por la legislación y comercializadas para lactantes son las fórmulas de leche de vaca, las fórmulas de leche de cabra, las fórmulas de soja y las fórmulas de proteínas hidrolizadas. En este último grupo de incluyen las fórmulas hidrolizadas de proteínas de leche de vaca y las fórmulas hidrolizadas de arroz.

 Fórmulas de arroz hidrolizado

Las fórmulas de arroz hidrolizado son otro producto de origen vegetal y son la principal alternativa a las fórmulas hidrolizadas de proteínas de leche de vaca, cuando no se toleran o siguen causando reacciones alérgicas. Son la primera opción en el caso de familias vegetarianas que rechazan las fórmulas basadas en proteínas lácteas. En niños alimentados con fórmula para lactantes que desarrollan APLV-no IgE, las fórmulas de arroz hidrolizado pueden ser recomendadas a cualquier edad y pueden ser una alternativa en algunos casos que rechacen (por el sabor) o que no respondan al tratamiento con fórmulas extensamente hidrolizadas de caseína y/o seroproteínas.

Las proteínas del arroz provienen del salvado de arroz o de los granos de arroz rotos. El contenido de proteína de arroz puede cambiar con las variedades, pero suele representar entre el 7 y el 10% del peso del grano. Son proteínas con un alto perfil nutricional e hipoalergénicas. El contenido energético y la composición de lípidos de los hidrolizados de proteína de arroz son comparables a los que se obtienen en las fórmulas estándar para lactantes.

La calidad nutricional de las proteínas de arroz resulta adecuada para su uso en las fórmulas infantiles. Se suplementa con aminoácidos como lisina, treonina y triptófano. Debido a la baja alergenicidad del arroz en los países occidentales, la ausencia de alergia cruzada entre las proteínas de la leche, su seguridad y buenas características nutricionales, estas fórmulas se adaptan a la dieta de los niños con APLV, lo que explica un uso cada vez más extendido en los países mediterráneos. 

Existe la posibilidad de que la fórmula hidrolizada de arroz origine un síndrome de enterocolitis inducida por proteínas alimentarias (FPIES), pero este cuadro clínico es mucho menos frecuente con el arroz que con las proteínas de la leche de vaca o la proteína de la soja.

Fórmulas de soja

La fórmula de soja es una preparado de origen vegetal. En las fórmulas infantiles a base de soja, el componente proteico se obtiene a partir de la proteína purificada de la soja, que se trata con calor. 

Se recomienda que sean suplementadas con aminoácidos que no están presentes en la soja como la metionina, la taurina y la L-carnitina, enriquecidas con minerales como el hierro y el zinc, y se añadan LCPUFA. 

Tienen peores propiedades nutricionales que los derivados lácteos y se contemplan los posibles efectos indeseables de fitatos y fitoestrógenos. La alergia a la soja es menos frecuente que la APLV, pero puede afectar a un 0,3-0,4% de los lactantes, y aunque no existe una reacción cruzada con las proteínas lácteas, sí que puede haber una sensibilización frente a ambos alimentos. 

Por sus características nutricionales, no se recomiendan en menores de 6 meses como tratamiento de la APLV ni tampoco ser usadas en la prevención de la APLV. 

Bibliografía

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Jaime BE, Martín JJD, Baviera LCB, Monzón ÁC, Hernández AH, Burriel JIG, et al. Alergia a las proteínas de leche de vaca no mediada por IgE: documento de consenso de la Sociedad Española de Gastroenterología. Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP), la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP), la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) y la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) In Anales de Pediatría. 2019;90(3):193– 1.

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